viernes, 30 de noviembre de 2012

Crecimiento personal (4). Habilidades sociales (4). Cómo iniciar una conversación y superar la vergüenza (2).

Hola bloggers, seguimos con nuestra serie de post dedicados a las habilidades sociales. En el post de hoy vamos a daros algunas pautas para haceros más sencilla la tarea de iniciar una conversación.

Una simple charla te relaja

Lo primero es tomar conciencia de este hecho: entablar una conversación con una persona reduce la tensión y hace que el tiempo pase más rápido. No se trata de entablar una conversación formal, todo lo contrario. Se trata de iniciar una conversación informal. Tienes que percibir que tu puedes iniciar con esa persona una charla simple y que adoptar este comportamiento no es nada traumático, aunque este hecho te aterre en un principio. Cuando seas capaz de superar tu miedo a iniciar una conversación serás tú quien elija las personas con las que quieres hablar. Tomarás las riendas de tu propia vida, lo cual es ya un triunfo en sí mismo.

Sonríe, por favor

Practica la sonrisa. Qué agradable es cuando se te acerca alguien y te brinda una maravillosa sonrisa. Tú le devuelves la sonrisa. Es una respuesta natural. Los seres humanos tenemos tendencia a sonreir a quién nos sonríe, y además nos predispone a que esa persona nos caiga bien, nos caiga simpática.

Yo te propongo que seas tú el primero/la primera en sonreir y saludar a la otra persona. Si lo analizas objetivamente es bastante fácil: una sonrisa e intercambiar unas palabras.

Es muy importante que mientras le sonríes y le saludas, le mires a los ojos. Esto genera mucha confianza en la otra persona y transmite seguridad. Se genera de esta manera un clima de simpatía.

Estas tres cosas: sonrisa, saludo y mirar a los ojos, se debe realizar todo a la vez. La sonrisa debe ser natural, evidentemente no vas a sonreir de manera forzada, porque se te notaría, pero aún así es preferible que sonrías de forma forzada a que no sonrías. Tu interlocutor seguramente te devolverá la sonrisa.

Así que acuerdate de sonreír, saludar y matener el contacto visual al iniciar una conversación. Evidentemente realizar todo esto a la vez requiere práctica, así que te voy a plantear un ejercicio para que vayas poniendo en práctica estas habilidades.

Ejercicio: saluda a diez personas al día durante una semana.

Aprovecha la ocasión cuando vayas paseando por la calle, no importa que no conozcas a estas personas, con un simple hola es suficiente.

Si te es más fácil, aprovecha la ocasión a la hora de entrar y salir del edificio donde vives, cuando entres y salgas del ascensor, cuando vas a comprar al supermercado, etc.

Recuerda que el objetivo de este ejercicio es que el saludo te salga de forma natural y sin que te cueste.

Continuará.










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