viernes, 21 de septiembre de 2012

Crecimiento personal (4). Habilidades sociales (4). Cómo iniciar una conversación y superar la vergüenza (1).

Continuando con la serie de post dedicados a las habilidades sociales, hoy vamos a hablaros de cómo iniciar una conversación.

Si nos paramos a pensar, cualquier persona que quiera comunicarse con otra tiene la posibilidad de hacerlo. Ahora bien, ¿por qué a algunas personas les cuesta tanto iniciar una conversación con otras?, ¿por qué esta tarea se les hace todavía más dificil cuando se trata de personas desconocidas?. Podríamos encontrar muchos motivos, pero quizá los más frecuentes sean que estas personas son tímidas y/o que reaccionen de esta manera por experiencias que han vivido en su historia personal o que han aprendido por modelado (al ver el comportamiento de otras personas).

Antes de continuar, me gustaría que te hicieses unas preguntas a ti mismo/a y te las contestases con total sinceridad:

- ¿Cuántas veces has esperado a que alguien te dirigiera la palabra para empezar a hablar?
- ¿Cuántas veces has deseado hablar con alguien en concreto y no te has atrevido?
- ¿Has estado en una fiesta y te has quedado solo o sola porque nadie se ha acercado a ti?
- ¿Has necesitado recurrir al alcohol o las otras drogas para intentar ligar con ese chico o chica que te gustaba?
- ¿Desearías no sentir esas palpitaciones en el corazón cuando estás en una reunión de trabajo o cuando en tu grupo hay gente desconocida?
- ¿Quieres dejar de fingir que estás ocupado/a mientras esperas a que otro/a se acerque para hablarte?

 Recuerda que este ejercicio es solo para tí y que reconocer nuestras dificultades no es un signo de debilidad sino todo lo contrario, ¿hay alguien más valiente que aquel/aquella que se esfuerza por cambiar las cosas que le dificultan ser feliz?. Desde mi punto de vista querer mejorar nos convierte en mejores personas y tened por seguro que se puede aprender a iniciar una conversación, a comunicarnos de forma precisa y a mejorar el resto de competencias que forman parte de las habilidades sociales. Recordad que somos los únicos/únicas dueños/dueñas de nuestro compotarmiento y por tanto el tener unas relaciones sociales satisfactorias, desde mi punto de vista, va a depender más que de nuestros estados internos, de la forma de reaccionar ante ellos.




Por ejemplo: Imaginaros que somos alguien tímido y que queremos acercarnos a hablar con un grupo de personas que por cualquier razón nos han llamado la atención y nos gustaría que formaran parte de nuestro círculo social. Al querer acercarnos a hablar con ellas empezaríamos a sentir que los nervios se apoderan de nuestro cuerpo, sentimos miedo, en nuestra mente aperece el pensamiento de que podemos ser rechazados, de que nos pueden dar una mala contestación, de que se pueden reír de nosotros y de que nos vamos a sentir mal. Pues bien, todo esto está realimentando las emociones desagradables y nos está saboteando para lograr nuestro objetivo de conocer a esas personas, con lo que lo más problable es que  acabemos desistiendo de nuestro cometido y nos quedemos bien tranquilos en nuestra "zona de confort". Sin embargo, si nuestras relaciones sociales no son satisfactorias, éste es el mayor error que podemos cometer, pues quedarnos en nuestra "zona de confort" implica que nuestro repertorio conductual es siempre el mismo y si en el pasado no hemos conseguido el éxito en las relaciones sociales ¿pretendemos conseguirlo ahora haciendo lo mismo que hemos hecho siempre?, ¿pretendemos que las circunstancias cambien sin hacer nosotos nada por cambiarlas?. Queridos amigos/as algunos/as confiarán en el destino, la suerte, las energías del cosmos, el Ratoncito Pérez o determinados entes abstractos y dificiles de medir, yo personalmente prefiero confiar en nuestras propias capacidades y habilidades. Queremos conocer a esas personas, estamos neviosos/as, ¿bueno y qué?,  ya sabemos que estamos vivos/as. Nuestro cuerpo tiembla tanto que parece un flan, sentimos un nudo en la garganta y al hablar tartamudeamos, ¿y qué?, no lo ocultemos, es más exagerémoslo, hagamos bromas sobre ello.  ¿Por qué no jugamos con las cartas boca arriba?, no tenemos nada que ocultar. Seamos sinceros "Ho-hola...me...me gustaría conoceros porque...me...me ha llamado la atención tal (las razones reales que tengáis para querer conocer a esas personas)...co como habréis comprobado...de..debo ser una de las personas más tímidas del mundo y... es imposible que...que pueda estar más..más nervioso...si veis que me da un jamacuco...por favor..avisad al SAMU...jajajaja (digamos todo esto con una sonrisa en la boca, desdramaticemos la situación y aprendamos a reirnos de nosotros/as mismos/as)...me llamo A (vuestro nombre)...¿vosotros/vosotras sois?...". Prueba superada, lo importante no es que tengáis o no nervios, miedo o pensamientos negativos, sino como reaccionais ante ellos. Intentar ocultar que estamos nerviosos va a hacer que nos pongamos más nerviosos todavía,  pues nuestra atención está focalizada en nuestro estado interno "no tienen que notar que estoy nervioso/a" y eso juega en nuestra contra, pues como ya sabéis nuestra comunicación no verbal transmite mucha más información que nuestra comunicación verbal. Con todo esto no quiero decir que uno/una no pueda cambiar sus pensamientos y emociones o cuidar su lenguaje no verbal.  Mi consejo es que lo hagáis, pues nuestra forma de pensar influye enormemente en nuestras emociones, nuestras emociones en nuestra conducta, nuestra conducta en las consecuencias de nuestras acciones y esas consecuencias a su vez en nuestra forma de pensar, todo está conectado. Los pensamientos negativos que os bloquean se pueden reformular, el miedo y los nervios se pueden reducir con un entrenamiento psicológico adecuado (la psicología dispone de herramientas eficaces como la relajación aplicada, los anclajes de la PNL, etc), la postura corporal, el tono, ritmo, timbre y cadencia de la voz se puede corregir para experimentar un estado de seguirad que transmitiremos a nuestros interlocutores, pero nada de esto es posible si uno mismo/a no cree en su capacidad para poder cambiar.




En próximos post os daremos pautas y os plantearemos ejercicios para haceros más sencilla la tarea de iniciar una conversación.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario