El poder curativo de la risa se intuye y conoce desde hace mucho tiempo. Ya en el siglo XIII, un cirujano llamado Henri de Mondeville sugirió que podría ser utilizada como un medio para recuperarse más rápido de una operación. En el siglo XVI, el médico Richard Mulcaster aseguraba que la risa era un excelente ejercicio para promover la salud; y en el siglo XIX encontramos el testimonio del profesor Gottlieb Hufeland, quien asegura que la risa es un magnífico favorecedor de la digestión. A principios del siglo XX, un profesor de medicina llamado Walsh escribe un libro titulado "Risa y salud" (1929), en el que analiza los beneficios de la risa sobre la salud de sus pacientes.
Por otro lado, William Fry es uno de los defensores más entusiastas de los beneficios de la risa: "Cuando nos reímos de verdad, los pulmones pueden llegar a inspirar hasta doce litros de aire, en lugar de los seis habituales; fortalecemos el corazón, facilitamos la digestión al hacer vibrar los intestinos y mejoramos el estreñimiento y la apetencia sexual, así como reducimos la hipertensión aumentando el riego sanguíneo".
Algunos datos parecen indicar que cuando nos reímos nuestro organismo libera endorfinas, conocidas como "las hormonas de la felicidad", gracias a las cuales eliminamos el dolor y aceleramos la recuperación del organismo.
¿Cómo podemos estimular nuestro sentido del humor?
Basándose en el poder curativo de la risa y en sus múltiples beneficios, se ha desarrollado una técnica que ha tenido una gran aceptación social: la risoterapia. Es una técnica terapéutica de grupo sin otro fin que reir a grandes carcajadas. La risa es contagiosa, de manera que reir en grupo resulta relativamente sencillo. La risoterapia se basa en reir con todo el cuerpo. En risoterapia se combina la expresión corporal, la música y la danza con ejercicios de respiración y masajes para conseguir una risa natural, sana, que salga del vientre y aporte al cuerpo ejercicio físico y mental. Las sesiones parten de un cuerpo relajado, libre de tensiones musculares y preocupaciones.El objetivo fundamental es conseguir que la gente aprenda a reírse cuando quiera, sin necesidad de tener un elemento externo que provoque la risa.
Hoy en día hay una amplia oferta de talleres de risoterapia, con lo que es fácil que encontremos alguno que se realiza cerca de donde residimos. Os recomendamos que os animéis a probar uno de estos talleres, pues probablemente os encatará y querreis realizar más.
Si hablamos de programas de estimulación del sentido del humor, uno de los más eficaces es el propuesto por el psicólogo Paul E. McGhee, quien lleva más de 20 años dedicado al estudio del humor y la risa. McGhee ha desarrollado diferentes estrategias para potenciar el sentido del humor conocidas como The Laughter Remedy. A través de estas estrategias McGhee enseña a las personas la relación entre el sentido del humor y la salud, y desarrolla técnicas para que aprendan a reconocer su propio sentido del humor y entrenarlo. Una de las más conocidas es un programa en ocho pasos con una duración de dos semanas en el que se enseña a:
1) Determinar la naturaleza del sentido del humor propio
2) Transformarse en una persona menos seria y cultivar una actitud jovial ante la vida
3) Desarrollar una risa más sana y abierta
4) Entrenar habilidades que permitan hacer uso del humor verbal
5) Crear un repertorio propio de humor verbal
6) Encontrar el humor en la vida diaria
7) Aprender a reirse de uno mismo
8) Aprender a utilizar todas estas estrategias para afrontar el estrés cotidiano.
Puedes acceder aquí a la web del Dr. McGhee (está en inglés).
En España, Eduardo Jáuregui y Jesús Damián Fernández son dos profesionales del humor que también han desarrollado un interesante programa de entrenamiento del humor que aplican desde su empresa consultora Humor Positivo y, a pesar de que aún no ha sido validado científicamente, ha recibido valoraciones muy positivas de los participantes. Se trata de un sistema en tres pasos destinado a potenciar los tres aspectos esenciales del humor: apreciar, crear y compartir.
Puedes acceder aquí a la web Humor Positivo.
Y no puedo terminar este post sin poneros un vídeo del gran Jose Mota, un humorista español que a mí personalmente me hace mucha gracia. ¡Hasta la próxima!.
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